El aporte de la tecnología en las gasolineras:
Actualmente las estaciones de servicio están más equipadas que las que había antiguamente, ya que cuentan con equipamientos más sostenibles y con una imagen más renovada adaptándose a las nuevas tendencias; hay más presencia de la tecnología en las gasolineras hoy en día.
Si echamos la vista atrás, las gasolineras eran sólo un lugar donde cargar gasolina y quizás comprar algún producto, pero con el paso de los años y con los avances de la tecnología en las gasolineras, las estaciones de servicio se han convertido en emplazamientos multiservicio donde se puede comer, lavar los vehículos, sacar dinero o recoger paquetes de mensajería, entre otras cosas.
Pero si hay algo que ha afectado también de forma contundente a las gasolineras son los smartphones. Las nuevas aplicaciones móviles permiten conocer por ejemplo los precios de los combustibles en una estación de servicio u otra, encontrar la gasolinera más cercana o comparar precios. De esta manera la tecnología permite ahorrar tiempo y dinero en las estaciones de servicio.
En este sentido, las gasolineras han incorporado desde hace algunos años surtidores que disponen de sistema de autoservicio gracias a los Terminales de Punto de Venta (TPV) que permiten realizar el pago mediante tarjetas de crédito o incluso mediante los teléfonos móviles.
Estos terminales incorporan además promociones y fidelizaciones diversas que benefician a los usuarios. Una de las múltiples opciones que brinda la tecnología en las gasolineras.
Recargar combustible es ahora mucho más fácil que hace unos años. La tecnología ha facilitado esta tarea, pero además ha conseguido simplificar la labor también a las gasolineras.
Existen múltiples opciones de Software de gestión que ayudan a los empleados en aspectos como el cobro del importe que ha repostado el cliente o la generación de facturas. De la misma manera, este tipo de software permite controlar la cantidad de combustible que hay en cada surtidor o cambiar los precios de forma remota, entre otras muchas opciones.
Es verdaderamente importante nutrir adecuadamente nuestro medio de transporte con la finalidad de ampliar su tiempo de vida y cuidarlo lo mejor posible.
Casi siempre cuando se entra en una estación de servicio con el ánimo de poner combustible, se ofrece con amabilidad revisar la presión del aire en las llantas, el aceite de caja o motor, el nivel de agua en la batería (en las que no son de libre mantenimiento), el agua o refrigerante del motor, etcétera.
Salvo que se haya recorrido muy poca distancia (máximo 1 kilómetro a velocidad media y sin atascos) desde que se encendió el vehículo después de estar más de 8 horas estacionado, las verificaciones, por lo menos en lo que concierne a refrigerante y la presión de los neumáticos, van a ser imprecisas.
Simplemente, porque la temperatura altera la presión dentro de las llantas, y aumenta el nivel visible del refrigerante del motor.
La revisión del agua del motor o el refrigerante mezclado con ésta, en caliente puede ser muy inexacta. Los bomberos se confían en el nivel del tanque recuperador que no necesariamente está al 100% en cantidad, por más de que se vea full o un poco por encima. Y estando frío, muchas veces -por no decir todas-, ponen agua sin saber en qué proporción se debe mezclar con el refrigerante.
Los puntos analizados, de mayor o menor importancia, requieren la debida atención en el momento de ingresar a las estaciones de servicio, para saber si hay el suficiente tiempo para revisar lo anotado, o asegurarse que los productos de la estación son compatibles con el vehículo.
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