CONSEJOS PARA COMPRAR CARRO USADO POR PRIMERA VEZ

COMPRAR CARRO USADO
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Consejos para comprar carro usado. ¡No temas! Atento a estas recomendaciones.

Antes de comprar tu primer carro usado necesitas saber qué factores debes tener en cuenta para que tu compra sea lo más producente posible. Muchas veces, nos obcecamos en ver sólo el precio del vehículo sin atender a los gastos de mantenimiento que éste traerá en un futuro próximo. Presta atención a estos consejos de SERPROGAS.

El mercado de vehículos usados tiene ofertas muy tentadoras. Es cierto que muchos creen que comprar un carro de segunda mano es pagar por los problemas de otro; lamentablemente, algunos “profesionales” de dudosa moral han hecho mucho daño a este sector… Pero, con estos sencillos trucos, será difícil que te den «gato por liebre». Así, una vez te hayas decidido por un modelo concreto y hayas localizado algunos «candidatos», sigue estos pasos para acertar en tu decisión:

Habla con su propietario (si es posible)

Hay que intentar ser un poco psicólogo; hablando con el vendedor podremos averiguar si es una persona cuidadosa con el carro o no, por qué lo vende, si es su primer propietario…

Preguntas clave:

¿Por qué vende el vehículo?, ¿Cuántos propietarios ha tenido?, ¿Ha sufrido accidentes graves?, ¿Tiene el libro de asistencia con las revisiones selladas?, ¿El carro «duerme» en garaje?, ¿Hay facturas de las posibles reparaciones? ¿Te deja verlas?

Puntos que debes revisar del vehículo

Lo primero que debes hacer es mirar el exterior del automóvil; comprueba si tiene golpes. Los arañazos y pequeñas abolladuras de aparcamiento no deben desanimarte a la hora de comprar un carro: te servirán como arma para negociar el precio, pero no significan nada grave.

Busca asimetrías en la carrocería. Si un faro está más bajo, si el parachoques tiene más hueco entre él y la aleta en un lado que en otro o si el capó ajusta más por un lateral… nos indica que hay un golpe mal reparado; eso sí debe ponernos en alerta.

Comprueba todas las luces, pilotos, molduras… Desconfía de los carros que equipan las tulipas traseras tipo “tunning”, a veces se montan tras un accidente, ya que son más baratas que las originales.

Abre el capó y revisa los anclajes de los faros, los puntales delanteros y los soportes de los amortiguadores. Sigue jugando a las siete diferencias… si la soldadura de uno de los puntales es distinta a la del opuesto, puede haber sido reparado.

Ya que estás en el vano motor, comprueba si hay fugas de aceite, si la mecánica está demasiado limpia o demasiado sucia…

Pide al propietario que ponga en marcha el carro. Observa si en el proceso de arranque el propulsor traquetea demasiado: podría indicar que algún soporte de motor está roto.

Con el motor encendido, pide al propietario que gire la dirección a un extremo y al otro. Si oyes una especie de gruñido, puede deberse a un nivel de líquido de la servodirección bajo, lo cual indica una fuga en el sistema de asistencia. Si se oyen chirridos, normalmente se debe a una correa de auxiliares en mal estado o destensada.

Los guardapolvos de las juntas homocinéticas deben estar en buen estado.

Con la dirección hacia un lado, revisa el estado de los guardapolvos de los palieres y las rótulas de la dirección, los tacos de los trapecios, etc. Unas gomas agrietadas o rotas te indican el kilometraje real del carro.

Examina los discos de freno; si tienen un borde brillante y en relieve, indican un alto desgaste. Si el carro no tiene muchos kilómetros y los discos están muy desgastados, normalmente significa que el conductor abusa demasiado del freno o que circula a mucha velocidad.

El maletero también es un lugar para investigar. Si la moqueta está muy gastada o sucia, es que el carro suele circular muy cargado. Levanta la alfombra y mira el hueco de la rueda de repuesto. Si hay humedades, óxidos, etc… puede indicarte que el maletero no cierra bien o que entra agua por un piloto trasero, lo cual puede ser consecuencia de un golpe mal reparado.

Comprueba que conserva el gato y las herramientas típicas (llave de ruedas, tuerca antirrobo, gato, destornillador…) que vienen con el carro.

En la cabina, mira debajo de los asientos y alfombras. Si hay cristales, puede ser por un intento de robo o por un accidente: pregunta al propietario.

Revisa el funcionamiento de todos los sistemas eléctricos del carro. Acciona las ventanillas, los asientos con este sistema de regulación, el aire acondicionado, los limpiaparabrisas y todos los accesorios que monte la unidad en cuestión.

No deben asustarte kilometrajes altos, si no el correcto mantenimiento y cuidado realizado.

No debes asustarte por la cifra que marque el tablero de mando. Un carro bien cuidado puede hacer muchos miles de kilómetros sin problemas; echa un vistazo a nuestro reportaje sobre la obsolescencia programada en los vehículos para comprobarlo.

Busca incoherencias. Si marca pocos kilómetros, pero el volante, pomo del cambio y pedales tienen mucho desgaste, desconfía.

Si el pedal del embrague muestra un desgaste más acusado por el lado izquierdo, puede ser que el conductor suela llevar el pie descansando sobre ese pedal. Esto habrá dejado huella en el embrague y es una reparación cara.

Ahora que el motor está caliente, quita la tapa de llenado de aceite con cuidado y comprueba si sale humo. Pon la mano y, si se genera mucha presión… malas noticias. El motor tiene desgaste y hace que la compresión del cilindro pase al cárter y, por la ventilación, suba hasta la tapa de balancines. Busca otro carro.

Al volante del carro

Si hasta aquí todo va bien, llega el momento de rodar con el carro. Pide al propietario que conduzca él primero: así podrás ver si es muy brusco, si no usa bien el cambio, si apura demasiado las marchas…

Cuando te llegue el turno, será más fácil darte cuenta de problemas mecánicos si eres cuidadoso al volante. Sal a carretera y pon la marcha más larga, acelera suavemente desde 1.200 rpm y comprueba si el carro gana velocidad de forma constante. Si da pequeños tirones, puede haber un fallo en la gestión del motor.

Baja un par de marchas y revoluciona el propulsor, busca ruidos extraños en la zona alta de régimen.

En una explanada, gira la dirección a tope, mete primera y empieza a dar vueltas. Repite lo mismo hacia el otro lado. Si cuando estás girando oyes un “cla, cla, cla”, es casi seguro que tenga una junta homocinética en mal estado.

Las marchas deben entrar suavemente y sin «rascar».

Los neumáticos deben tener un desgaste regular en toda la banda de rodadura.

Comprueba que al frenar suavemente el carro no tiende a irse hacia un lado o a otro. Si lo hace y la presión de las ruedas es correcta, puede tener un problema en el repartidor de frenada o alguna pinza de freno agarrotada.

Si no encuentras nada extraño con estas comprobaciones, lo más probable es que estés ante tu próximo carro. Ajusta el precio y… ¡adelante!

SERPROGAS Gasolineras.

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